Originales, divertidas y también
cada vez más habituales en nuestra cocina. En invierno, en el hemisferio norte
y en verano en el sur, las puedes encontrar en su punto culmen de sabor y color.
Puede que desde hace un tiempo tengas cierto interés en
aprender un poco más sobre las frutas tropicales. Son muy ricas en vitamina C.
Como toda la fruta en general, son sensibles al calor y es mejor conocer su
sabor al natural. No obstante podemos encortar algunas de ellas formando parte
de excelentes recetas.
Vamos a hacer un breve recorrido
por algunas de las frutas tropicales más conocidas.
Papaya. Es una fruta más bien dulce, de sabor suave y favorece la
digestión. La podemos comer simplemente
partiéndola por la mitad y con una cucharilla quitándole previamente las
semillas de color negro que encontraremos. Si la rociamos abundantemente con
zumo de lima le da un toque especial. Así mismo queda estupendamente si la
troceamos en forma de dados como aderezo en una sopa de naranja a la vainilla.
Papaya |
Mango. Originaria de Asia. Rica en azúcares, fibra, vitamina C y
podemos decir que es una de las frutas más ricas en betacarotenos. Un fruto
lleno de antioxidantes y aumenta las defensas del organismo. Ejercen una
función muy importante como anticancerígeno. Previene las alergias, controla el
nivel de colesterol y la hipertensión e incluso mejora nuestra salud de nuestros ojos. Es muy bueno
para las mujeres ayudando a prevenir el cáncer de cuello de útero. Nos ayuda el
cuidado de la piel y en caso de gastritis ayuda a restablecer las mucosas.
Mango |
Fruta de la pasión o Maracuyá. Sobresale por su intenso aroma y sus
matices cítricos y es ideal para los entusiastas de los sabores ácidos con un
toque dulce. Cuando la piel de la fruta de la pasión está un poco rugosa es el momento perfecto para comerla. Sus semillas, ricas en una sustancia
llamada mucilago, también se pueden comer. Si añades la pulpa de la fruta de la
pasión a una crema catalana conseguirás darle un toque exótico a éste postre
clásico de la cocina española.
Maracuyá o Fruta de la pasión |
Plátano macho. Se le conoce por ser un sustituto de la patata, alto
contenido de almidón. Nunca se come crudo.
Se suele cocinar de muchas formas diferentes: al horno, hervido, en puré
en guisos o también como entrante pelado,
cortado en rodajas finas y frito en abundante aceite caliente. Puede ir
acompañando platos dulces como salados.
Lima |