Es
la única imagen que os puedo mostrar; lo que quedó.
No
me ha dado tiempo a fotografiarlo. Mucha hambre de los amigos o que estaba
rico, rico…
Así
que, si queréis tener el mismo resultado, os diré como hacer.
Lo
primero es dejar la noche anterior el pollo partido en cuartos con sal,
pimienta y un par de ajos machacados, para que vaya cogiendo gusto. Si lo vamos
a asar entero, echarle bastante más sal, incluso por dentro, en la parte de los
huesos.
Cuando
vayamos a asarlo, en un recipiente adecuado, mejor de vidrio para horno, le
vamos a preparar una “cama” con una cebolla grande cortada en tiras y una o dos
patatas medianas cortadas en rodajas de aproximadamente un centímetro de grosor.
Os aseguro que las patatas quedan tanto o más ricas que el pollo asado en cuestión…
Añadimos
un vaso de vino blanco y otro de agua. Si a lo largo del horneado vemos que se
consume demasiado, podemos añadirle más caldo en la misma proporción. Tampoco
le viene mal una pizca, no más, de tomillo o romero.
Sobre
esta cama colocamos el pollo bien cortado, bien entero, y metemos al horno a
150º C durante una hora, hora y media, dándole la vuelta a la mitad del tiempo.
Así conseguimos que esté perfectamente hecho por dentro a la vez que jugoso.
10 -
15 minutos antes de servir le damos un golpe fuerte a alta temperatura por la
parte que vamos a servir para que se dore y quede crujiente la piel.
Estrenamos hoy una nueva forma de difusión a través de YouTube en el canal
que hemos creado para ir subiendo a la red vídeos de cuestiones sencillas pero que en algún momento pueden ser de utilidad, sobre todo a aquell@s que se estén acercando a la cocina (...no hay miedo!... ) por primera vez.
Estrenamos, como decimos, este canal 10000MANERAS explicando una forma rápida y sencilla de hacer una tortilla de patatas pero aprovechando unas patatas fritas que nos sobraron de una comida anterior.
Esto a parte de ser un ahorro económico para el hogar, también lo es de tiempo. Es más, incluso uno puede preveer el hacerlo y freír unas pocas patatas extra para, de esta forma, solucionarse la comida del día siguiente.
Actualmente con la falta de tiempo que carecemos todos por los trabajos y ocupaciones es importante el organizarse en los menús semanales. Otro ejemplo lo explicamos con las recetas de la verdura cuatro estaciones y el arroz de ahorro.
Pero además comentaros que incluso en algunos famosos bares en los que tienen como especialidad aperitivos como laspatatas bravas (que ya comentamos que las tienen medio preparaditas), si les pedimos una tortilla también con esa salsa, si uno se fija, lo que hacen precisamente es usar las patatas que ya tienen tal como os explicamos en el vídeo.
Esperamos que os guste. Por lo menos hemos puesto nuestra ilusión y corazón al confeccionarlo.
Agradecer a los Amigos que nos han ayudado a realizarlo. Muchas gracias.
MOSTO: jugo obtenido de la uva fresca por medio de estrujado, escurrido o prensado, en tanto no haya comenzado su fermentación.
MOSTILLO: manjar otoñal que tiene como ingrediente básico el mosto de uva reducido.
Manjar
otoñal... mecachis!!... y aquí vamos para la Primavera, difícil entonces calmar
estos recuerdos de olores y sabores de la infancia que ponen en alerta las
papilas gustativas... algunos/as saben a que me refiero.
Mostillo de uva.
Era
época de vendimia y todo el pueblo se inundaba de ese olor a uva recién
recogida, ese fruto milagroso cargado de vitaminas y bendiciones para la
salud. Ese mismo olor que tenía en casa, en la despensa de la abuela, donde se
almacenaban platos y fuentes con ese plato tan delicioso y sencillo a la
vez....
Pues
mientras llega de nuevo el Otoño aquí en la Mancha y para que no sufran de
estrés mis papilas iré a la tienda a por mosto de botella, para rendir homenaje
a esas abuelas que sabían endulzar la vida de sus familias y a quien inventó la
expresión “ a falta de pan buenas son tortas ”
Ya
tengo delante los ingredientes y ese cuaderno amarillo de viejas recetas,
cargado de tantos y tantos secretos. Y
dice lo siguiente:
Mostillo de uva:
-2
litros de mosto de uva (se supone que es el natural, pero el cuaderno no sabe que yo
he comprado unas botellas, no se lo digáis)
-250
gr de harina
-150
gr de azúcar (esto no lo pone en el cuaderno, schhhhssss cuidado que no nos
oiga, supongo que cuando el es mosto natural ya tiene la suficiente azúcar y no
necesita, pero bueno será cuestión de ir probando)
Ponemos
los 2 litros de mosto de uva a hervir hasta reducir a un litro y medio mas o menos,
para que quede mas concentrado.
Por
otro lado ponemos a hervir canela 1 ó 2 ramas, un puñado de anís en grano o matalauva,
unos cuantos trozos de corteza de naranja seca y unos cuantos clavos de
especia. Se tiene hirviendo unos 20-30 minutos. Colamos este caldo.
Una
vez frío se deshace la harina (schhhssss mezclada con el azúcar) y todo esto se
agrega al mosto, cociéndolo de nuevo sin parar de mover, hirviendo bastante
hasta que espese.
Ahora
es cuando invitamos a la intuición a que nos haga una visita para saber cual es
el momento exacto en que ya está preparado. Nos podemos ayudar con un viejo
truco, vamos haciendo pruebas, sacando un poquito de la mezcla con la cuchara
que echaremos en un plato dejándolo enfriar... si se despega fácilmente podemos
decir que ya está bien cocido; si no, la intuición nos dice que debemos seguir
haciendo músculo...
Cuando
ya lo tenemos se aparta del fuego y se le añade la ralladura de 1 limón y un
poquito de canela en polvo.
Ya
podemos servir en moldes o platos.
Como
hemos utilizado el mosto de botella nos ha quedado con un tono más clarito,
entonces si queremos solucionarlo podemos agregar caramelo líquido justo antes
de echar la harina, y esto dará más color a nuestro postre.
El
olor... delicioso... no sé si será por los recuerdos, así que voy a ver si el
sabor me lo confirma también.
Como
veis una receta tradicional y sencilla, y sobre todo rica que os animo a
probar, al tiempo que puede ser muy, muy divertida, si os decidís a hacer todo
el proceso como se hacía antiguamente, lo que ya no sé es si el sabor será el
mismo...
El pincho o tapa es
una forma de socializar muy común entre algunos países latinos, pero que “por
sus beneficios” se ha extendido a otras partes del mundo.
En torno a un
pinchito y alguna bebida de acompañamiento, amigos y familiares preparan sus
estómagos, generalmente al mediodía, para una posterior comida, juntos o no…
Pero siempre en grata, amena y relajada conversación que ayuda a olvidarse de
la rutina diaria.
Hay sitios en los
que hacen del pincho o tapa su tarjeta de visita para atraer turistas que se
pierden paseando de calle en calle buscando el bar o tasca que mas se esmere en
su elaboración.
Uno de estos lugares
es la ciudad de Logroño en La Rioja, España, que además este año esta intensificado
por la celebración de haber sido nombrada la ciudad Capital Española de la
Gastronomía.
Del 7 al 12 de marzo
se puede recorrer sus calles en lo que se ha dado en llamar la Semana del
Pincho de Logroño 2012.
De entre ese listado
destacan por su historia los situados en la calle Los Laureles. Podéis
encontrar información aquí:
Estaros atentos por
que el próximo artículo que publiquemos será precisamente de un pincho o tapa
muy, pero que muy rico, que a pesar de su sencillez tiene un secreto muy bien
guardado: la salsa.
Prueba de ello es el universo Internet. En la red puedes
encontrar de todo, bueno y malo. El que se adentre a navegar debe ir siempre
armado de un escudo que le proteja del continuo bombardeo de ventanas emergentes,
enlaces atractivos, etiquetas engañosas,…
Todo un mundo pensado para que uno se pierda en el
laberinto. Uno de los escudos que nos pueden ayudar es no perder en ningún
momento la idea: “¿para qué he entrado aquí?”.
Bueno, en cualquier caso y siguiendo el hilo de que hay de
todo, también hay quienes les gusta hacer fotografía culinaria, como un medio
de expresión.
Os pongo a continuación una pequeña muestra, pues esas ideas
nos vendrán bien para una cena o comida especial, como colocar los platos, como
cuidar la presentación, de manera que algo muy sencillo, se convierta en un
éxito seguro: