La cuarta generación de los
Hermanos Guirado nos enumera los utensilios tradicionales que ellos mismos
elaboran en su fragua de Hellín desde hace años y que les ha valido fama a
nivel nacional tras aparecer en varios reportajes de televisión en los que se hablaba
de oficios casi perdidos.
Al moverse por estas cacharrerías
ambulantes de ferias y mercadillos se pensaría que todo fuese “made in China”,
con el consiguiente añadido de sospechar los pocos usos que podremos darle
antes de acabar en el contenedor de reciclaje.
Pero nada más lejos de la
realidad. Entre ese mar de importaciones encontramos aún manufacturas de la
tierra de calidad a prueba de años. Peroles, sartenes, cucharones de hierro, churreras,
moldes para dulces, calderas, y un largo etcétera, deben su forma al fuego y al
martillo.
En estos tiempos en los que se
tiende a llenar la cocina de aparatos y robots que todo lo hacen con echar los
ingredientes y apretar un botón, da cierta emoción el pasearse entre todos
estos útiles tradicionales de los que, confieso, no se conoce en ocasiones ni
para qué sirven, ni como se llaman.
Los menos los compran para
usarlos. Los más, para “feriarse”, pues ¿qué mayor satisfacción que volver de
la feria con algo en las manos?
No sé qué tendrán estos puestos
pero, cada vez que va uno a cualquier ferial de cualquier pueblo, acaba deteniéndose
a fisgonear entre ellos para no perderse ni lo del suelo, ni lo que cuelga. Lo
recomendamos.