SOPA DE MARISCO.
Rica sopa de mariscos casera. |
Lo sencillo de esta sopa de
marisco es que todo lo vamos a ir añadiendo en crudo. Yo siempre soy partidario
de sofreír los ingredientes antes pues esto hace más sabroso el plato. Sin
embargo he de reconocer que en este caso el sabor suave y algo ácido que le
aportan la cebolla y el tomate en crudo cuadra muy bien con el resultado final.
Para una cuatro personas
pondremos un cazo al fuego con un litro de agua y le vamos añadiendo una
cebolla pequeña y un tomate de un tamaño mediano, picados la primera fina y el
segundo en trozos de aproximadamente un centímetro.
Echamos unas hojas de laurel, un buen chorreón de
aceite de oliva, unas diez pimientas negras sin machacar, medio vaso de vino
blanco (mejor si es añejo) y un poquito de colorante alimenticio y sal.
Dejaremos hervir de unos veinte a
treinta minutos en fuego medio.
Añadimos entonces los fideos,
teniendo en cuenta que no debe quedar demasiado espesa la sopa de marisco.
Le picaremos entonces un par de dientes de ajo muy menudos y añadimos el marisco que deseemos. Siempre unas gambas peladas; y dependiendo del presupuesto, unos langostinos crudos o unas cigalas.
Las peladuras y las cabezas de las gambas podemos aprovecharlas haciendo un caldo concentrado y ponerlo en la sopa contando con ese litro de agua del principio.
Si no se tiene fácil acceso a marisco siempre nos queda la solución que propusimos en la entrada “paella en paellera”.