ROSQUILLOS FRITOS.

...de pasar la tarde

ROSQUILLOS FRITOS.


Solo al ver la fotografía seguro que a muchos les sabe a reunión familiar en torno a un fuego bajo o a una mesa camilla con brasero.

De hecho esta es la receta de rosquillos fritos que siempre ha preparado mi tía cuando nos juntábamos a comer y que me la dio hace algún tiempo.

Si bien es muy sencilla, he de decir que las manos que la obran hacen mucho. No he probado otros como los suyos.

INGREDIENTES:

4 huevos
4 cascarones de aceite frito y frio (se puede poner un trozo de cáscara de limón o naranja al freírlo)
2 cascarones de Anís Seco o un chorreón.
1/2 Kg. de harina o algo más, ya que depende del tamaño de los huevos.
1/4 Kg. de azúcar.
Ralladura de un limón.
1 sobre de levadura tipo Royal o similar.
Azúcar y canela para rebozarlos.

Batimos muy bien los huevos con el azúcar, después con el anís, el aceite frío y la ralladura de limón.

Por otro lado mezclamos la levadura con la harina y se la vamos incorporando poco a poco sin dejar de remover.

Cuando tengamos la masa de cierta consistencia, la dejamos reposar una hora aproximadamente.

Preparamos una sartén con abundante aceite para freír los rosquillos.

Los podemos ir preparando mientras se calienta de dos maneras: haciendo primero un “churro” que luego juntaremos por los dos lados, o haciendo una bolita como las de ping-pong y luego aplastándola un poco y haciendo el agujero con el dedo. Nos ayudaremos de un poco de harina para que los podamos manejar.

En ocasiones se hace la masa más blanda y se fríe con moldes metálicos para rosquillas que se introducen directamente en el aceite.


Freiremos bien por ambas partes y los pasamos por una mezcla de azúcar y canela según los vayamos sacando.

El complemento ideal es un vasito de mistela… aclaro…


GUISO MULTIVERDURAS. (GUISO DE LIMPIEZA)


...de aprovechar restos.

GUISO MULTIVERDURAS (GUISO DE LIMPIEZA).



Hay que limpiar el frigorífico.
Aparecen las típicas unidades sueltas que en su momento formaron parte de kilos y docenas.
Según voy encontrando, voy echando a la olla en la que he puesto un poco de aceite: un pimiento verde, un trozo de pimiento rojo, media cebolla a la que he saneado la capa del corte anterior,  tres dientes de ajo,… Mareo un poco con la cuchara y después troceo una patata solitaria que también voy a rehogar para que se le mate el poro. Aprovechar para salar.

Añado una cucharadita colmada de pimentón bueno e inmediatamente antes de añadir el agua, medio tomate picado. Lo del medio no es por exigencias de la receta, sino porque era lo que había…
Después de añadir el agua, pongo unos cogollos de brócoli y un puñado de judías verdes que estaban congeladas en una bolsa con una pinza de la ropa. 
Quince minutos a toda presión y a comer este guisito de verduras sano, económico y caliente.

SOPA DE MARISCO.

...de comer caliente.

SOPA DE MARISCO.
Rica sopa de mariscos casera.
Para aquellas personas que les gusta entonar el cuerpo con una sopa calentita y sus horarios se lo permiten, os traigo una receta muy sencilla para realizar una sopa de marisco; claro, esto último si os es posible conseguirlo con facilidad. Si no, al final del post os comentaré que podéis hacer.

Lo sencillo de esta sopa de marisco es que todo lo vamos a ir añadiendo en crudo. Yo siempre soy partidario de sofreír los ingredientes antes pues esto hace más sabroso el plato. Sin embargo he de reconocer que en este caso el sabor suave y algo ácido que le aportan la cebolla y el tomate en crudo cuadra muy bien con el resultado final.

Para una cuatro personas pondremos un cazo al fuego con un litro de agua y le vamos añadiendo una cebolla pequeña y un tomate de un tamaño mediano, picados la primera fina y el segundo en trozos de aproximadamente un centímetro.

Echamos  unas hojas de laurel, un buen chorreón de aceite de oliva, unas diez pimientas negras sin machacar, medio vaso de vino blanco (mejor si es añejo) y un poquito de colorante alimenticio y sal.
Dejaremos hervir de unos veinte a treinta minutos en fuego medio.

Añadimos entonces los fideos, teniendo en cuenta que no debe quedar demasiado espesa la sopa de marisco.

Le picaremos entonces un par de dientes de ajo muy menudos  y añadimos el marisco que deseemos. Siempre unas gambas peladas; y dependiendo del presupuesto, unos langostinos crudos o unas cigalas.

Las peladuras y las cabezas de las gambas podemos aprovecharlas haciendo un caldo concentrado y ponerlo en la sopa contando con ese litro de agua del principio.

Si no se tiene fácil acceso a marisco siempre nos queda la solución que propusimos en la entrada “paella en paellera”.

A la hora de servir, adornaremos con unos picatostes de pan blanco.